miércoles, 7 de abril de 2010

Lucecita

Una risa hueca viaja de rincón a rincón de mis esperanzas. A cada sonoro latido, una estremecedora sensación. Dónde estás, lucecita. Lucecita cálida y lejana, aparece ya, ¡aparece! e ilumina mi conmoción. La penumbra no me favorece, y si no lo haces creo que de nuevo mis sueños acabarán tirados en un viejo cajón. O escondidos bajo el colchón, olvidándose tras segundos, minutos, horas, días, semanas, meses y años en los que intento una y otra vez convertirme en trovador, y cantar a los cuatro vientos que la nube negra que me tapaba el sol ya partió.

Y así me ves. Tapado por esta gran sombra que me cubre gracias a las murallas de hormigón. Murallas contruidas a través del tiempo y del dolor. Murallas que cuentan tantas historias, tantas batallas como el mejor gladiador. Murallas resistentes, que soportarían el ataque de un impávido guerrero, que digo, ¡del mundo entero! con una sola excepción. Son murallas que esperan a tus manos, sí, sólo a tus manos, para que la arañen y la agrieten, sucumbiendo así de una vez, convirtiendo en ruinas lo que ruina ya era, transformando paisajes sombríos en coloridos amaneceres, atardeceres o cualquier otro momento en el que la magia de nuestro mayor astro sea capaz de igualar la luz que irradias tú, lucecita, lucecita cálida y... lejana.

Lejana...

Pero para terminar mi viaje, mi transformación, sólo me faltas tú. Y un leve suspiro de tu aroma. Exhalación ténue del alma. Y una nueva sensación de satisfacción, tu mirada.. al alba. Un dulce sonido siempre en tu boca, una sonrisa esmaltada, y todo eso, todo, todo, todo... en mi corazón.



"Cada minuto es una nueva oportunidad para seguir cambiando". (Vanilla Sky)

1 comentario:

  1. mmm.. sobran las palabras:
    indiemalaga.blogspot.com

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