Aunque bajo miles de gotas de llantos se inundaron
el orgullo que llevan en su piel les permitio
mostrarse fuertes, ser imperturbables y ordenados
y el mundo entero, les admiró.
El sol naciente se apagó tras la tierra y la ola,
y solo en un suspiro miles de inocentes almas se fugaron
pero ellos saben que no habra ningun alma sola
porque el espíritu de su pueblo lo llevan tatuado
Y yo no soy de japón, vivo muy lejos,
solo soy uno más que les manda ánimo,
tan solo un humilde soñador
que espera que esta pesadilla pase rápido,
y que la unión de todos los pueblos, como un todo,
permita a todos escuchar en un grito uni-sono
¡nipon, banzai!
Porque este es el pueblo de los "y renació"
el que nunca pierde la esperanza, ni la ambición.
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